DIA DE NEGOCIACION
Por Roberto F. Salazar-Córdova Escrito en lo que antes se conocía como Sábado de Gloria SÁBADO SANTO, SÁBADO DE GLORIA, SÁBADO DE NEGOCIACIÓN Y SILENCIO DE MARÍA Antiguamente, este día se conocía como Sábado de Gloria . La costumbre lo celebraba como la antesala triunfal de la Resurrección, cargada de procesiones, cantos y festividades anticipadas. Pero desde la reforma litúrgica de la Semana Santa realizada por el Papa Pío XII en 1955, y encomendada a Monseñor Annibal Bugnini, se denominó Sábado Santo , devolviéndole su carácter de espera y recogimiento. Y no es una espera cualquiera. El Credo antiguo , más detallado, decía con claridad: “descendió a los infiernos” . Jesús baja a lo más profundo, a lo más oscuro, a lo más injusto. A lo que está desordenado. Mientras que el Credo actual , más breve, aún conserva esa esencia: “descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos” . Todo ello ocurre hoy . Este es el día en que Cristo no está en la cruz, ni está aún en la gloria visible. Está en el corazón del mundo. Negociando. SÁBADO DE GLORIA: LA NEGOCIACIÓN EN EL ABISMO ¿Por qué se decía entonces "de Gloria"? Porque la tradición enseñaba que en este día, Cristo había bajado a negociar con el Demonio . Así, rescataba a los justos del Antiguo Testamento, desde Adán hasta los profetas, a todos aquellos que habían esperado la redención. Y no lo hizo con violencia ni imposición. Lo hizo con autoridad espiritual , con la fuerza de la cruz ya consumada. No para hacer espectáculo, sino para cumplir la promesa . El gran rescate. La gran transacción. La gran victoria silenciosa. En este sentido, lo glorioso del día era esa negociación definitiva , sin micrófonos ni aplausos, donde la misericordia vence a la muerte en los bastidores de la historia. SÁBADO DE NEGOCIACIÓN: ECUADOR, ENTRE EL SILENCIO Y LA RESURRECCIÓN El pasado domingo, Ecuador fue a elecciones . Pero el sábado previo, el país entero vivió su propio Sábado Santo: silencio electoral, ley seca, reflexión cívica y espiritual . Estábamos, todos, en espera. Como buenos cristianos, guardamos ese día como un pueblo que respira hondo antes de dar el paso. Y al día siguiente, resucitamos. Sí. Resucitamos cada uno , en familia, junto a nuestras madres, a nuestros hijos, a nuestros mayores. Nos acercamos a votar no solo por un candidato, sino por un destino común. Por la libertad de la verdad y la paz de un nuevo comienzo . Esa fue nuestra negociación nacional : sin armas, sin odios, con votos. Fue el eco democrático del gesto de Cristo. Fue —literalmente— una pascua electoral . EL SILENCIO DE MARÍA: AMOR, LEGITIMIDAD Y REDES POR VENIR Hoy es también el día del Silencio de María . Ese silencio no es pasivo. Es un silencio cargado de amor, de espera activa, de dolor esperanzado. Y ese silencio de María —madre de Jesús— es también el de nuestra Madre Patria , que no grita, que no impone, pero nos espera mañana con el alba de un país mejor. Cuando termine esta Semana Santa, volveremos a nuestras Redes , a nuestras acciones colectivas , a nuestros proyectos de libertad . Con espíritu democrático, con liderazgo renovado, con respeto a la legalidad, y con la legitimidad que da la entrega. Porque hemos ayunado en Cuaresma, y mañana volveremos al pan y al vino de la historia. CONCLUSIÓN: HOY GANAMOS, PERO NO NOSOTROS Hoy es un día para comprender que hemos ganado. No por nosotros , sino por Él . Porque Cristo ha triunfado . No solo como Dios, sino por nosotros y para nosotros . Es en este sábado —aparentemente vacío— donde el cielo se abrió en el abismo . Donde la mayor victoria se dio en la oscuridad. Por eso, te invito a algo más: haz vigilia esta noche . En silencio. Sin celular. Sin redes. Solo, o con quienes amas. Pero unidos desde lo más profundo del alma. Unidos desde el Espíritu (Santo) . Porque mañana volveremos. Más humanos. Más sabios. Más libres.
