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12 de Octubre y URKU: el Retorno de Atahualpa e Isabel

E l artículo  presenta de forma larga, fluida y estructurada una invitación a conversar e integrar España y los Andes : revisamos historia, estrategia, geografía, alianzas, religión, arte, herencia y continuidad cultural. Esta pieza histórica-económica completa, no coloca juicios de valor, y se ha redactado en tono académico y estructural, para sacar a luz nuestro común ADN@+. De Isabel La Católica a los Andes: continuidad de la medida entre Europa y América I. URKU, SIERRA y ANDES URKU  (Kichwa–Español): “Cerro, montaña, sierra.” Designa la elevación que orienta el territorio y regula el equilibrio ambiental andino. SIERRA  (DLE): “Conjunto de montañas enlazadas entre sí, de menor extensión que una cordillera, y que se distingue por sus cumbres alineadas y su relieve recortado.” ANDES  (Encyclopaedia Britannica): “Gran sistema montañoso de América del Sur que se extiende a lo largo de unos 8 900 km, desde Venezuela hasta la Patagonia, formado por cordilleras paralelas, mesetas y valles intermedios, que abarcan sierra, costa, Amazonía e islas.” URKU y Sierra representan, en conjunto, una arquitectura natural y simbólica: elevaciones que estructuran civilizaciones, organizan la agricultura y definen la temporalidad. II. Isabel y Atahualpa — las dos coronas del mundo de altura Isabel I de Castilla Nacida en Madrigal de las Altas Torres  en 1451 , Isabel consolidó una nueva forma de poder: la monarquía organizada sobre la administración, el derecho y la cartografía. Su victoria militar sobre el Califato Nazarí de Granada  el 2 de enero de 1492  marcó el fin de ocho siglos de fragmentación ibérica. Ese mismo año firmó las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril) , que autorizaron el viaje de Cristóbal Colón , quien partió el 3 de agosto  y llegó al Caribe el 12 de octubre de 1492 . Su política dinástica extendió el sistema castellano-aragonés hacia Europa Central mediante alianzas matrimoniales : Su hija Juana  se unió a Felipe el Hermoso , de Habsburgo-Borgoña , y su nieto sería Carlos V , emperador del Sacro Imperio Romano Germánico , heredero de los Alpes . Catalina de Aragón  contrajo matrimonio con la monarquía inglesa. Los enlaces con Portugal y Nápoles consolidaron la frontera marítima del cristianismo. Isabel introdujo la fiscalización centralizada , el registro de bienes  y la uniformización legal . Sus ejércitos —dirigidos por Fernando y comandados por nobles como Rodrigo Ponce de León , los Mendoza (Tendilla y Mondéjar)  y Gonzalo Fernández de Córdoba , el Gran Capitán — aplicaron métodos de guerra basados en asedio prolongado, artillería y capitulación administrativa , preludio de la logística moderna. Atahualpa, hijo de la sierra norte Atahualpa , nacido en Quito hacia 1502 , pertenecía a la dinastía de Huayna Cápac , último emperador plenamente reconocido del Tahuantinsuyo. Su madre era Paccha Duchicela , princesa del linaje local de los Quitus–Cara , integrando así lo imperial y lo territorial. El norte andino había sido recientemente incorporado al imperio tras la batalla de Yahuarcocha  —el “lago de sangre”—, donde los incas derrotaron a las confederaciones Caranqui, Kayambi y Otavalo , unificando el actual Ecuador. En esa zona se formó Atahualpa, entre la organización militar del Cuzco y la resistencia montañesa del norte. A la muerte de Huayna Cápac (1525), el imperio se fracturó. Atahualpa controlaba el norte (Quito, Cajamarca, Tomebamba) y su medio hermano Huáscar , el sur (Cuzco). En una guerra civil que duró siete años, los ejércitos de Atahualpa, dirigidos por sus generales Quizquiz (Apo Quisquis) , Chalcuchímac  y Rumiñahui , derrotaron a las fuerzas del sur en Chimborazo , Huánuco Pampa  y finalmente en Quipaypán (1532) . Atahualpa fue capturado en Cajamarca (noviembre de 1532)  por el grupo de Francisco Pizarro . Ofreció llenar una sala con oro y dos con plata —el Rescate de Cajamarca —, pero fue ejecutado en 1533 , cerrando una era imperial. Después, Rumiñahui  resistió en Quito, quemó la ciudad para impedir su saqueo y ocultó el tesoro. El mito del “Tesoro de los Llanganates”  nació de esa acción. Pero el verdadero “tesoro” no eran las riquezas escondidas: era la red de organización territorial, el conocimiento agrícola y la reciprocidad económica que sostenía el mundo andino. III. Lo que murió con Isabel y con Atahualpa Con Isabel (†1504)  se extinguió la capacidad de la corona de gobernar Europa y América desde una sola autoridad personal. Murió el proyecto integrador de las coronas ibéricas  y se inició la descentralización hacia Austria y Flandes. Sin embargo, su legado técnico sobrevivió: cartografía, derecho, contabilidad y administración , los pilares del Estado moderno. Con Atahualpa (†1533)  se desintegró la unidad político-territorial andina . Murió la idea de un mando único que combinaba jerarquía, reciprocidad y teología natural. El linaje norte, representado por Rumiñahui  y los Kayambis , prolongó la resistencia y transformó la derrota militar en continuidad cultural. La cosmovisión solar persistió en los rituales, en la lengua y en la arquitectura que sobrevivió al cambio. IV. El oro: sangre del Sol y luz de la fe Para los Andes, el oro era la sangre del dios Sol (Inti) . No se acumulaba: se ofrecía. Su flujo en templos y altares mantenía el equilibrio energético del mundo. Para los reinos cristianos, el oro era reflejo de la luz divina , signo de poder y pureza. Ambas visiones se unieron en Quito, donde el oro dejó de ser símbolo de dominación y se transformó en lenguaje artístico. Las iglesias de Quito  — La Compañía de Jesús , San Francisco , Santo Domingo — recubiertas de pan de oro, son testigos de honor  del encuentro entre el Sol y la Cruz. El arte quiteño combinó la iconografía católica  con la geometría andina . Ese equilibrio explica que Quito fuera declarada en 1978 el primer Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO : no solo por su belleza, sino por representar la fusión más completa entre dos civilizaciones de montaña . V. Los Alpes y los Andes — continuidad del equilibrio En 1492, los Alpes  eran el eje de la cristiandad europea; los Andes , el eje solar del hemisferio sur. Ambos funcionaban como sistemas de altura y conocimiento. Los ratios muestran que los Andes mantienen su superioridad en stock natural , mientras los Alpes se especializan en capital técnico y eficiencia administrativa. La unión de ambos sistemas constituye la base de la civilización contemporánea : ciencia y naturaleza, medida y permanencia. VI. URKU y Sierra | ANDES — la ciencia de la proporción URKU  y el Proyecto Sierra | ANDES  reeditan el principio compartido por Isabel y Atahualpa: medir lo que sostiene la vida. Cada tonelada de CO₂e certificada equivale a una unidad de coherencia ambiental; cada hectárea restaurada, a una restitución del equilibrio. URKU no es un mercado; es un sistema de trazabilidad natural  que convierte el capital ecológico en activo de paz y desarrollo. Carbono (Urku) vs Oro (Gold). Ratio 2000-2050 VII. El Tesoro de Atahualpa — URKU El tesoro de Atahualpa  no era oro físico; era la capacidad de transformar montaña en orden . El oro que se fundió en Cajamarca se perdió; pero el URKU , la montaña misma, permanece. Cada roca, cada páramo, cada bosque húmedo altoandino sigue almacenando carbono, agua y equilibrio: el tesoro estructural del planeta . URKU  es, por tanto, la continuidad del rescate inconcluso: una restitución técnica, verificable y transparente del valor natural que los pueblos andinos ya entendían como sagrado. Unidos en Urku VIII. Conclusión — Latitud Cero del Sol Isabel y Atahualpa  fueron las coronas de un mismo planeta de altura, de una gran Red Santa Cruz de Inversores de Impacto Globales. Los Alpes  y los Andes  prolongan su obra: uno desde la precisión; el otro desde la permanencia. El oro  fue su lenguaje común; el URKU , su herencia viva. Y Quito , en la Latitud Cero , es el punto donde la historia del Sol y la Cruz converge en equilibrio. Así, el 12 de octubre deja de ser memoria de conquista y se convierte en coordenada de medida: la unión de las dos montañas, las dos coronas, y las dos formas de entender el orden del mundo.

12 de Octubre y URKU: el Retorno de Atahualpa e Isabel
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