POBREZA Y COVID EN AMERICA
Brasil redujo la pobreza. Chile la mantuvo cerca del 10% al igual que Uruguay cerca del 5%. En Ecuador la pobreza extrema 2020 duplicó la medición de 2014. BOLSONARO REDUJO LA POBREZA EN MEDIO DE LA PANDEMIA La pobreza depende del crecimiento de los ingresos y de la distribución de los mismos. En el caso brasileño, las transferencias implementadas por un gobierno populista de derecha lograron lo impensable: reducir la pobreza en medio de la pandemia. México y Brasil, hace algunas décadas, tenían niveles de pobreza cercanos al 50% de la población. Hoy México sigue igual y Brasil bordea el 20%. EL CASO CHILENO CON PIÑERA Chile, sin contar con el efecto del 10%, que es ahorro personal y no se contabiliza como transferencia, implementó mecanismos distributivos bajo un régimen de derecha, que logró lo que logró Brasil con otro régimen de derecha latinoamericano. Uruguay, por su población y condiciones institucionales es casi un país desarrollado y no sufrió el embate de la crisis, pero recordemos que llegó a necesitar apoyo de Chile con la logística para hacer llegar vacunas a su población. ECUADOR: ¿20 AÑOS DE RC DE FORMA DIRECTA, OPUESTA O INDIRECTA? Ecuador, tras casi 15 años de populismo, con un régimen que durante una década no logró construir una institucionalidad a la uruguaya o a la chilena, o a la brasileña, ha quedado con un nivel de 27,5% de pobreza extrema en las zonas rurales y 9% en zonas urbanas. La figura del populismo en Ecuador, de la mano directa, opuesta, y ahora indirecta de Rafael Correa, ha logrado mantenerse en el gobierno bajo un discurso de élite versus pueblo, que ha polarizado y ha destruido las instituciones que miran pasar la corrupción asociada al poder absoluto, sin resultados sociales. TRANSFERENCIAS E INSTITUCIONALIDAD La desigualdad no se ha reducido en América Latina, y la pobreza se ha incrementado en más de 20 millones de personas tras el COVID, según un reporte reciente de CEPAL: "En un nuevo informe anual, la CEPAL estima que el total de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior. Además, insta a crear un nuevo Estado de bienestar. (4 DE MARZO DE 2021)" https://www.cepal.org/sites/default/files/presentation/files/version_final_panorama_social_para_sala_prebisch-403-2021.pdf ¿LA DERECHA LO HA HECHO MEJOR? Parecería que el populismo de derecha es el que mejor lo ha hecho, y la derecha en general, es la que mejores resultados ha tenido. Miremos que Venezuela no solo que no vacuna, sino que no puede calcular una pobreza, que según cálculos indirectos, podría estar bordeando el 80% actualmente. Para muestra cabe recordar que la pobreza monetaria está asociada a la pobreza de la moneda, también, en un país que acaba de emitir un billete de un millón de Bolívares, que se cambian al tipo oficial por 50 centavos de 1 dólar. No es que el populismo de derecha lo haya hecho muy bien en toda América. Si no, veámoslo en los resultados de EEUU, donde las transferencias directas de Trump no pudieron evitar la entrada de ciudadanos en pobreza, y con ello, al romperse la conexión de su discurso populista con las necesidades reales, tuvo que ceder el poder a Biden, un católico más moderado y demócrata. ¡INSTITUCIONALIDAD! Así las cosas, parecería que el populismo institucional que ha practicado Chile, manteniendo a sus partidos, capeando el temporal de la crisis política, evitando que nadie capitalizara la demanda de desigualdad, salvo los ministros de estado que sirvieron al país durante las dos crisis gemelas, podría ser, vistos los resultados de vacunación y reconocimiento global del país, una receta para el éxito social, político, y económico, en un país que proyecta crecer este año entre el 5% y el 8%, por rebote, por arrastre, pero también por resiliencia. RESILIENCIA Y RESPUESTA EFECTIVA Es de esperar que conforme se reabra la economía del mundo, los países que opten por regímenes de derecha sean los que más rápido puedan rebotar, mejor puedan recibir el arrastre de la recuperación china y norte-americana, y sean los que se vuelvan más resilientes sobre la marcha para superar la crisis del COVID y comenzar a sacar a su población de la pobreza con más fuerza, como lo ha hecho ya Brasil, que es el otro caso notable regional y global.