Un Examen Tras Otro
The Economist La vida suele ponernos a prueba. Hoy es Viernes Santo. Pienso en la Prueba Suprema de la Cruz. Frente a dicha muerte lenta y cruel, hecha para doler y gritar hasta no poder gritar para ahorrar el aire faltante, pienso: ¿Qué examen podría ser más duro? "Jesús en Cruz!" Decía una querida amiga, menor, un par de años -en la Carrera de Economía en la Universidad Católica de Quito-. Lo exclamaba con una sonrisa amplia y divertida, cuando quería denotar expresión de susto máximo por algo, mitad en broma, mitad en exageración, como suele hacerse entre buenos amigos, cuando aparece algo inesperado y duro que se conversaba en esos tiempos y durante muchos años. Dicha expresión lo decía y lo dice todo. Quizá podríamos expresarlo con fuerza tras todo lo que ha pasado en este lustro 2017-2022, entre Marzo-Abril de cada año... Cambios de Vida, Elecciones, Estallidos, Cambios Políticos, Desastres, Pandemia, Guerra, Muerte. Jesús en Cruz! Muchos Exámenes, uno tras de otro, para nosotros, para todos. Viernes tras Viernes, nos habíamos acostumbrado a terminar la semana en un "San Viernes"; habíamos olvidado lo que es sufrir. Estábamos cómodos. Nos habíamos conformado. Habíamos olvidado el poder del verdadero "Viernes Santo", entretenidos en el "San Viernes". Lo pasábamos bien. Todo iba bien. La frase era, y sigue siendo (gracias a Dios): "Todo Bien, Todo Positivo". Ése es nuestro ADN@+ Lo que ocurre es solo un examen; uno tras otro. Exámenes, como en la Universidad. El resto es aprender, compartir, reír, disfrutar entre examen y examen, y pasar de semestre en semestre, una materia tras otra, seguir haciendo créditos, y prepararse para seguir aprendiendo: lo normal; hasta que la muerte nos separe: aprendizaje eterno, enseñanza tras enseñanza de la vida por los siglos de los siglos, una ciudad tras otra, hasta que el mundo se pare. Así somos los humanos. Teníamos que morir como los Dioses para aprender a vivir como los verdaderos Hombres. Tenemos que pasar los exámenes de cada viernes santo para revivir y disfrutar de muchos san viernes. Hoy conmemoramos lo más duro; el examen supremo. Haremos vigilias y caminaremos los vía crucis, porque debemos hacerlo como buenos curuchupas, por tradición, en familia, en torno a las propiedades de los hogares y las ciudades de todo el planeta. Lo haremos porque somos tontamente racionales y espiritualmente brillantes por la luz externa, de todos y de afuera, que nos acompaña en medio de nuestra oscuridad profunda tras pensar en la muerte de un amigo eterno que estuvo como lo imaginamos y nos dolemos: Jesús en Cruz! Ya vendrá el Domingo, y como cada Domingo, celebraremos su Resurrección, y la Nuestra, para volver a cada Lunes, fuertes, recién nacidos, para seguir una semana más, quizá no muy santa, pero con su buen san viernes en una que otra vez. Dejémonos morir un poquito en la tontería, paremos la locura por un par de días, muramos en lo terrenal, y resucitemos con mejor espíritu: más luminosos, este Domingo, para tener nuestro Easter, con conejos de pascua, como magia de resurrección, y sobre todo con huevos de pascua, como los requerimos para encontrarnos: fuertes y patriarcales, como nos quieren las tareas maritales. Adelante, a morir junto a Dios para resucitar tras la pena para ir hacia Dios. (*) Santiago de Chile. Semana Santa 2022.