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- ROBERTO SALAZAR CORDOVA

- hace 15 horas
- 4 Min. de lectura
Carbono 2026: el mercado que crece mientras otros retroceden

El punto de partida es claro: el mercado de carbono es uno de los pocos segmentos globales que se proyecta en expansión sólida hacia 2026, mientras múltiples indicadores financieros y macroeconómicos muestran señales de fatiga.
Con datos disponibles de plataformas internacionales, los volúmenes transados en créditos de alta integridad crecieron entre 14% y 18% anual en 2023-2025, aun en un escenario de tasas altas y volatilidad bursátil.
1. Carbono: el mercado que avanza con fundamentos
Entre 2020 y 2024, la demanda corporativa por créditos con MRV digital creció más de 170% según datos agregados de registries globales.
El precio esperado para 2026 muestra una convergencia hacia US$ 10–18 en créditos tempranos y US$ 25–40 para créditos con certificación ambiental consolidada y co-beneficios sociales.
La oferta futura es escasa: menos del 3% de los proyectos presentados globalmente cumplen estándares completos de trazabilidad, gobernanza y verificación.
La proyección de IETA y mercados regulados europeos indica que la brecha entre demanda y oferta superará los 300 millones de toneladas anuales en 2030 si no surgen nuevos proyectos certificados.
Mientras los mercados financieros retroceden, el carbono sube:
Wall Street detuvo su repunte por señales restrictivas de la Fed → pero los fondos climáticos aumentan asignaciones para naturaleza y MRV.
Los metales corrigieron tras máximos históricos → el valor del carbono aumenta por escasez estructural y regulación internacional.
La tasa de los bonos del Tesoro sube a 4,18% → la inversión climática mantiene entradas netas positivas, incluso sin estímulo monetario.
El mensaje de fondo: cuando los activos tradicionales se frenan, los activos de transición ecológica se vuelven estratégicos.
2. Chile: indicadores mixtos en la economía, pero señales claras en carbono
Indicadores que caen
La percepción sobre migración sigue en niveles críticos: 72% cree que hay una crisis en la frontera.
El cobre retrocede tras récords → señal de volatilidad en el principal commodity del país.
El mercado inmobiliario requiere intervención regulatoria por distorsiones del bono pie.
El SII detecta flujos no declarados al exterior por US$ 1.600 millones → tensiones fiscales persistentes.
Indicador positivo paralelo: carbono en Chile
Por cada señal de caída, aparece un indicador de oportunidad en carbono:
Volatilidad del cobre
→ Demanda global por créditos de carbono aumenta, impulsando precios futuros.
Tensiones migratorias y clima político incierto
→ Mercado de naturaleza y carbono no depende de ciclos políticos, sino de demanda internacional estable.
Riesgos fiscales y evasión tributaria
→ Ingresos por créditos de carbono se canalizan vía instrumentos trazables, auditables y digitalizados.
Sector inmobiliario con presiones estructurales
→ La tierra y los ecosistemas altoandinos se valorizan como activos productivos vía MRV, biodiversidad y agua.
Chile tiene un activo que el resto de la región observa: territorios que pueden producir créditos de alta integridad si el país integra tecnología, gobernanza y verificación externa.
3. 2026: la derecha vuelve a posicionar el crecimiento y abre espacio a mercados ambientales
La opinión pública registra un cambio:
59% está optimista sobre el futuro del país.
37% cree que la economía está progresando.
La derecha capitaliza la agenda de orden, inversión y gestión eficiente.
La relación entre migración, seguridad y gobernabilidad empuja a una agenda más nítida de crecimiento.
Este giro no es solo político: crea condiciones para instalar industrias nuevas, incluyendo:
fintech climáticas,
plataformas de trazabilidad,
pagos digitales asociados a créditos de carbono,
integración financiera entre comunidades y mercados globales.
En esta evolución, ADN@+ se posiciona como proyecto de derecha moderna: mercado, inversión, gobernanza territorial y carbono como activo real.
ADN@+ no opera desde subsidio estatal ni dependencia fiscal. Su enfoque es:
mercado: tokens respaldados en naturaleza;
comunidades: participación directa en la cadena de valor;
inversión: trazabilidad, MRV, verificación independiente;
derecha funcional: orden, crecimiento, responsabilidad, cadena productiva digital.
La derecha que emerge hacia 2026 no es extractiva: es transformacional y orientada a nichos globales, donde Chile puede posicionarse.
4. Nicho estratégico: Chile como hub fintech climático para la región
La ventana 2026–2030 abre un espacio concreto:
Las empresas globales necesitan créditos de alta integridad.
América Latina posee la mayor biodiversidad del planeta.
Ningún país de la región tiene todavía un ecosistema fintech-climático completo.
Chile puede ocupar ese nicho si articula:
Un registro digital nacional compatible con verificadores globales.
Plataformas de pago y tokenización reguladas, alineadas con CMF.
Proyectos certificables con MRV satelital e inteligencia artificial.
Modelos de gobernanza comunitaria que validen co-beneficios sociales.
Este es, precisamente, el marco de ADN@+:
diálogo territorial,
trazabilidad ambiental,
interoperabilidad financiera,
tokenización como vehículo de inversión.
En un mundo donde muchos indicadores corrigen a la baja, el carbono crece, las comunidades se integran, y Chile puede liderar una industria de futuro.
5. Síntesis
Los mercados tradicionales están entrando en un ciclo de ajuste.
El mercado de carbono entra en un ciclo de expansión por escasez, regulación y demanda corporativa.
Chile muestra tensiones internas, pero posee una oportunidad estratégica única.
La derecha se reposiciona como articuladora de crecimiento y orden.
ADN@+ se inserta exactamente en ese punto: derecha moderna, mercado, comunidades, y carbono como activo financiero y territorial.










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