๐ A Whole New Worldย โ 4ยช entrega
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ยฟCae Maduro?
De la disuasiรณn a la cadencia operativa: quรฉ cambiรณ entre el 5 y el 20 de septiembre
Introducciรณn
Un amigo peruano de juventud, cuando leyรณ la primera de estas hoy cuatro entregas sobre la temรกtica de la probabilidad estimada de caรญda de Maduro (en 74%) contestรณ en un chat de compaรฑeros economistas con la siguiente frase: "Quรฉ optimismo!"...
Hoy es 21 de septiembreย y el objetivo de esta cuarta entrega es, en primer lugar, evaluar si el cruce del 50 % de probabilidad estimado para la semana de fiestas de Chile era optimista o no, y mรกs allรก de eso, medir, efectivamente, si dicho 50% se produjo en la fecha prevista โel 16 de septiembre, en tโ30โ o si todavรญa no se ha alcanzado, dados los eventos.
Como se verรก mรกs adelante en este artรญculo, la conclusiรณn, adelantada aquรญ, desde el inicio, es clara: el cruce del 50 % sรญ se produjo en la fecha estimada, y la curva se ha empinado aรบn mรกs desde entonces, con una probabilidad total -en 90 dรญas- que asciende a 0,86.
Es mรกs: se ha adelantadoย el cruce del 66 % proyectado para el 10 de octubre (en tโ54 con T=90).
El modelo mantiene e incrementa entonces el optimismo: del 74% original a un 86% a la fecha, habiendo ya pasado en la semana pasada el 50% de probabilidad, como se esperaba.
Todo esto para decir que la ventana para la caรญda de Maduro ya no es una expectativa de meses sino de semanas, con una cuenta regresiva que se acorta a un ritmo acelerado.
La Progresiรณn
Para comprender cรณmo llegamos aquรญ, conviene recordar el recorrido de las entregas previas.
En la lรญnea de base del 17 de agosto, publicada en A Whole New World, estimamos una probabilidad total de 0,74 en 90 dรญas, con el cruce del 50 % ubicado hacia el dรญa 50, es decir el 6 de octubre, y el del 66 % hacia el dรญa 75, a fines de ese mes.
Dos semanas mรกs tarde, en Cae Maduro? โ 2da parteย (31 de agosto), constatamos que no habรญan ocurrido detonantes operativos โni ataques, ni fracturas militares, ni sanciones de alto calibreโ y la curva se aplanรณ: el cruce del 50 % se desplazรณ al dรญa 55, hacia el 11 de octubre, y el del 66 % al dรญa 78, alrededor del 3 de noviembre, manteniendo la probabilidad total en 0,74.
La situaciรณn cambiรณ radicalmente con el primer ataque militar de EE. UU. contra una embarcaciรณn venezolana vinculada al narcotrรกfico, el 2 de septiembre, lo que recogimos en Cae Maduro? โ Cap. 3ย (5 de septiembre). Ese hecho adelantรณ el cruce del 50 % al dรญa 30, es decir el 16 de septiembre, y elevรณ la probabilidad total en 90 dรญas a 0,83. La trayectoria se comprimiรณ: de un escenario prolongado hacia noviembre, pasamos a una cuenta regresiva inmediata, marcada por un hito crรญtico en septiembre.
El anรกlisis que sigue en esta cuarta entrega se centra en lo ocurrido entre el 5 y el 21 de septiembre: la secuencia de nuevos ataques estadounidensesย (16 y 19 de septiembre), la respuesta de Caracas con doctrina de resistencia y entrenamiento de milicias, el blindaje legal de Washington al declarar terroristas a Los Choneros y Los Lobos en Ecuador, y la coordinaciรณn estratรฉgica con Mรฉxico y otros paรญsesย para cerrar flancos diplomรกticos y operativos.
Todos estos factores han alterado la pendiente de la curva, reforzando las variables de coerciรณn e inteligencia y confirmando que no solo el umbral del 50 % quedรณ atrรกs en la fecha prevista, sino que el cruce del 66 % se adelanta ahora al 10 de octubre.
Hoy por hoy es mรกs probable que caiga Maduro a que no caiga. Veremos quรฉ ha cambiado y por quรฉ se ha acelerado el proceso.
El Modelo
El modelo supone que la probabilidad acumulada de caรญda del rรฉgimen en un horizonte de 90 dรญas sigue una funciรณn logรญstica simplificada, que refleja tres propiedades:
La probabilidad empieza baja y crece lentamente.
A partir de un cierto punto crรญtico (dรญa t*), la curva se acelera.
Hacia el dรญa 90, la probabilidad converge a un valor mรกximo P90 (< 1).
De manera general: P(t) = f(x1, x2, โฆ, xn), donde:
tย = tiempo transcurrido desde la lรญnea de base (en dรญas).
P(t)ย = probabilidad acumulada al dรญa t.
x1, x2, โฆ, xnย = variables que afectan la pendiente y la posiciรณn de la curva.
Variables explicativas
En nuestra aplicaciรณn concreta, las variables xi se agrupan en cinco ejes:
I (intensidad operativa):ย nรบmero y tipo de ataques confirmados.
D (diplomacia regional):ย cooperaciรณn de paรญses clave (e.g. Ecuador, Mรฉxico, Brasil).
E (entorno econรณmico):ย deterioro interno y presiรณn (sanciones, reservas, precios).
C (cohesiรณn interna):ย capacidad de control polรญtico y militar del rรฉgimen.
N (narrativa internacional):ย legitimidad de la acciรณn (paรญses, gobiernos, medios).
La literatura sobre transiciones polรญticas autoritarias subraya que la caรญda de regรญmenes depende de estos y otros factores interactivos mรกs que de shocks aislados. Veamos: Geddes (2003) destaca la importancia de la cohesiรณn militar como predictor crรญtico, mientras Levitsky y Way (2010) muestran cรณmo la presiรณn internacional y las sanciones econรณmicas alteran los cรกlculos de lealtad de las รฉlites. Przeworski (1991) introduce la lรณgica de incertidumbre estratรฉgica, en la cual los costos de represiรณn versus negociaciรณn definen equilibrios inestables. A ello se suma la relevancia de la narrativa internacional (Keck & Sikkink, 1998), que legitima intervenciones y acelera fracturas internas.
Estimaciรณn prรกctica de cada xi
Cada variable se puntรบa en escala [0,1], segรบn hechos observables:
I:ย se incrementa con cada ataque confirmado. Ej.: tras 3 ataques โ I โ 0,8.
D:ย sube con acuerdos, clasificaciones de terroristas, cierres diplomรกticos. Ej.: Acuerdos con Ecuador, Mรฉxico, Brasil โ D โ 0,7.
E:ย aumenta si crece la presiรณn econรณmica (sanciones, escasez). Ej.: imposibilidad de financiar con exportaciรณn de droga, o restricciones a petrรณleo โ E โ 0,6.
C:ย baja si hay fractura militar o protestas masivas; alta si hay cohesiรณn. Ej.: protestas internas vs milicias entrenadas โ C โ 0,5.
N:ย crece con respaldo de EE. UU. en OEA, o con UK, UE, pero tambiรฉn Rusia รณ Irรกn dejando de lado a Maduro. Ej.: Declaraciรณn del Senado de Colombia โ N โ 0,8.
El valor agregado de estas variables determina la pendienteย de la curva y el punto crรญtico t*.
Puntos de Referencia
P90ย = valor de la probabilidad acumulada al dรญa 90 (tope del modelo).
t(50 %)ย = dรญa en que la probabilidad acumulada llega a 0,50.
t(66 %)ย = dรญa en que la probabilidad acumulada llega a 0,66.
Estos dos hitos se han calculdo y se siguen calculando a travรฉs de interpolaciรณn calculada sobre la curva logรญstica ajustada con los valores de las variables xi al corte temporal correspondiente.
La Expectativa de Caรญda de Maduro
Lรญnea de base (17-ago):ย P90 = 0,74, t(50%) โ 50, t(66%) โ 75.
Segunda entrega (31-ago):ย P90 = 0,74, t(50%) โ 55, t(66%) โ 78.
Tercera entrega (5-sep):ย P90 = 0,83, t(50%) โ 30, t(66%) โ 60.
Cuarta entrega (20-sep):ย P90 = 0,86, t(50%) cumplido el 16-sep, t(66%) โ 54 (10-oct).
El optimismo de caรญda de Maduro con 2 de cada 3 escenarios se esperarรญa, en esta guerra de desgaste a 90 dรญas, para el dรญa 54: el 10 de Octubre.
Limitantes de la Metodologรญa
El modelo no pretende predecir con certeza, sino cuantificar la probabilidad condicional a los hechos observados. Cada evento (ataque, sanciรณn, alianza) desplaza las variables xi, lo que mueve la curva hacia arriba o hacia la izquierda.
La clave es que, conforme sugiere la literatura tรฉcnica, al usar una forma logรญstica, captamos la naturaleza acumulativa y no linealย de los procesos polรญticos: al principio los cambios son lentos, pero cerca del umbral crรญtico se aceleran, y luego tienden a estabilizarse hacia un mรกximo.
Probablemente, al haber pasado el primer umbral ya efectivamente, hay espacio, ahora sรญ, de forma observable, verificable, y exigible, para el optimismo.
De todas formas, toda la presiรณn puede quedar en nada, y este ejercicio puede solo ser un juego, que es como debe entenderse sรญ, pero como elemento informativo para los propios juegos que en teorรญa y prรกctica, todos jugamos para poder racionalizar las decisiones de inversiรณn que hacemos en los mercados.
De la primera a la tercera operaciรณn militar de EE. UU.
EEUU no necesitarรญa tener una flota cara como la que sostiene frente a Venezuela para hacer lo que ha hecho.
De todas formas, el modelo espera un ataque mayor y no solo los ataques pequeรฑos sรญ, pero ataques al fin. Tras el ataque inicial del 2 de septiembre, la expectativa era si ese hecho serรญa aislado o marcarรญa el inicio de una estrategia repetida y creciente.
La respuesta llegรณ pronto: el 16 de septiembre se produjo un segundo ataque contra otra embarcaciรณn venezolana presuntamente vinculada al narcotrรกfico. Apenas tres dรญas despuรฉs, el 19 de septiembre, la Casa Blanca confirmรณ un tercer golpe.
Estas operaciones no son improvisadas ni estรกn desconectadas de una escalada: Estรกn respaldadas por el despliegue de F-35 en Puerto Rico, siete buques de guerra y un submarino nuclear en el Caribe. La repeticiรณn de ataques en menos de tres semanas muestra una cadencia operativa establecida, no un gesto aislado.
En palabras de funcionarios de seguridad estadounidenses, se trata de aplicar a Venezuela el estรกndar con que se enfrentรณ a Al-Qaeda: ataques selectivos contra objetivos de alto valor, legitimados bajo la narrativa del combate al narcotrรกfico y el terrorismo.
Laย respuesta de Caracas
El chavismo ha respondido endureciendo su retรณrica.
Quizรก, si algo, se ha ampliado su doctrina de defensa.
Maduro no ha avanzado en lo militar y ha optado por aislarse, al anunciar la reducciรณn drรกstica de canales de comunicaciรณn con Washington.
Quizรก lo mรกs destacable ha sido su campaรฑa de entrenamiento militar en barrios populares, con milicias comunales como eje. El discurso oficial habla de Resistencia Activa Prolongada, inspirada en manuales de guerra asimรฉtrica.
La literatura y la evidencia histรณrica sugieren que estas estructuras carecen de capacidad real para disuadir un ataque externo sostenido y organizado, aunque sรญ pueden elevar el costo humano y social de la confrontaciรณn, previniendo una sublevaciรณn interna.
Los dรญas finales de Septiembre serรกn claves para observar las posibilidades de que los factores bajo estudio se muevan y cierren el cerco.
Ecuador y Mรฉxico como pivotes estratรฉgicos
El frente regional es decisivo para cerrar el cerco.
En Ecuador, el presidente Daniel Noboa confronta un paro y ha tomado decisiones que van en la lรณgica de una guerra en la que estรก involucrado al 100%, consolidando tambiรฉn por ello, el alineamiento con Washington:
En 2024 declarรณ terroristas a 22 bandas criminales.
En febrero de 2024 ratificรณ acuerdos militares con EE. UU.
En julio de 2025 firmรณ un nuevo convenio de cooperaciรณn contra redes transnacionales.
El 25 de julio de 2025, Washington designรณ al Cartel de los Solesย como organizaciรณn terrorista, y Quito replicรณ la clasificaciรณn semanas despuรฉs.
El 4 de septiembre de 2025, el Departamento de Estado incluyรณ a Los Choneros y Los Lobosย en la lista de organizaciones terroristas extranjeras.
En los medios, Ecuador, como antigua parte de la Gran Colombia, al igual que Panamรก, pasan a ser un eje central del conflicto.
Ecuador es clave tambiรฉn por su conflicto con otro paรญs clave: Mรฉxico, el vecino de EEUU. Con Mรฉxico, la crisis ha venido creciendo desde 2024 por el asilo en la Embajada de Mรฉxico del ex Vicepresidente de Ecuador bajo el rรฉgimen de Correa (Jorge Glas). Con la toma de la embajada de Mรฉxico en Ecuador, la relaciรณn bilateral dio un giro que se ha cerrado con la visita oficial de Marcos Rubio en septiembre de 2025 a Mรฉxico en paralelo a Ecuador.
EE. UU. y el gobierno de Sheinbaum establecieron un mecanismo de alto nivelย para coordinar la lucha contra carteles y reforzar la frontera.
Ambos movimientos cerraron flancos diplomรกticos y reforzaron la legitimidad de las acciones militares en curso. Para Washington, tener a Ecuador y Mรฉxico juntos y junto a ellos, integrados en la arquitectura legal y operativa, es clave para sostener la ofensiva sin riesgo de aislamiento regional.
Validaciรณn del modelo y nuevos hitos
Asรญ las cosas, la gran pregunta de esta entrega era si el cruce del 50 % de probabilidad de caรญda del rรฉgimen de Maduro, previsto para el 16 de septiembre, se cumpliรณ al dรญa de hoy: 21 de septiembre de 2025, dรญa de arranque de la Primavera en el Cono Sur.
Los hechos muestran que sรญ: el segundo ataque se produjo precisamente en esa fecha, confirmando que el umbral se alcanzรณ en tโ30.
En un tercio del tiempo se ha llegado a un medio de probabilidad.
Con tres ataques ya ejecutados y el blindaje legal regional consolidado, la probabilidad total en 90 dรญas asciende ahora a 0,86, dentro de un rango de sensibilidad que va de 0,81 a 0,89.
El cruce del 66 % se adelanta al 10 de octubre (tโ54), seis dรญas antes de lo previsto en el Capรญtulo 3.
Esto significa que el proceso de caรญda del rรฉgimen de Maduro, que en la lรญnea de base se proyectaba hacia finales de octubre, se ha comprimido aรบn mรกs: en menos de tres semanas deberรญamos esperar acciones decisivas dado que los hitos clave se adelantaron veinte dรญas en el caso del 50 % y quince dรญas en el caso del 66 %.
Conclusiรณn
Entre el 5 y el 20 de septiembre, el escenario pasรณ de un primer golpe militarย a una secuencia operacional con tres ataques, reforzada por un despliegue aรฉreo y naval sin precedentes en la regiรณn.
La respuesta de Caracas ha sido expandir la doctrina de milicias, pero esta estrategia no compensa la superioridad tecnolรณgica y legal de EEUU y sus aliados.
Ecuador y Mรฉxico se consolidaron como pivotes estratรฉgicos, aportando legitimidad jurรญdica y cooperaciรณn operativa.
El resultado es una curva mรกs empinada: P90 sube a 0,86, el 50 % quedรณ atrรกs el 16 de septiembreย y el 66 % se adelantรณ al 10 de octubre.
La conclusiรณn es inequรญvoca: el horizonte ya no se mide en meses, sino en semanas.
El reloj avanza hacia octubre con una cuenta regresiva que, de mantenerse la cadencia operativa, reducirรก aรบn mรกs los mรกrgenes de maniobra de un rรฉgimen que atraviesa su fase mรกs vulnerable en mรกs de una dรฉcada.
