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Foto del escritorRoberto F. Salazar-Córdova

COMPONER

Para hacer honores a los hogares: la tecnología nos une hoy como un estado verdadero, conformado por una gran comunidad de familias.

"Pon nomás" era una vieja frase que se usaba al compartir un trago entre amigos. Me acuerdo de mi Abuelo Marco diciéndola a alguno de mis tíos Córdova Toledo en la Mesa cuando era niño; recuerdo hasta hace pocas semanas a mi Madre diciéndomela igual al abrir una botella que le había llevado a Quito desde Santiago, para brindar con la familia.


Poner es una poderosa acción, pues implica dar algo para que sea usado entre dos. El poner suena mejor cuando va acompañado de un "con" previo, que por esas reglas de la ortografía, debe convertirse en un "com"+"poner" para hacerse universal y duradero.


La visión de una "amistad sin límites", celebrada poniendo un trago y bebiéndolo con el "com"-"padre" que "a"-"com"-"paña" y se vuelve "compañero", es una forma de "com"-"poner" y "a"-"pañar" una "cam"-"paña", que puede ser global, regional, local, "com"-"unitaria", o familiar.


Ideologías aparte, la foto con la que inicia este pequeño homenaje a quienes cierran con su imagen estas cortas letras, implica algo terrenal, no eterno. Rescato en la imagen la unión de Asia y Europa, pues es algo que yo mismo tengo en mi sangre gracias a mi padre y su ADN proveniente casi totalmente de China, y el de mi madre proveniente casi totalmente de Europa. Claro, mis abuelos cambiaron el Zhang y el Zhong por Salazar-Sión al radicarse en América del Sur, mientras que mis abuelos maternos ya habían traído sus apellidos españoles a cuestas, con los nombres de sus ciudades de origen genético: Córdoba y Toledo, cambiado solamente por esa cosas de registros civiles a Córdova-Toledo.


En fin, ya sea que digamos 干杯!en Chino, здоров! en ruso, o Salud! en Castellano, poner un trago entre líderes y componer un acuerdo que defina el futuro y las relaciones de los demás en el mundo, o hacerlo de forma más realista, en la familia, para componernos a nosotros mismos y salir a luchar por el bien, más bien, en lo real y certero, siempre será lo mejor que podamos hacer para dialogar y hacer las paces.


Salir en pareja a conquistar el mundo es algo que se hace tanto en lo familiar, como en lo político, pasando por lo empresarial, al dialogar sobre negocios y hacer sociedades donde en mi Quito de origen final, uno termina la frase en "con"-"fianza" total con un "pon nomás" aquí la firma; luego se pone un trago, y se celebra el haber "com"-"partido" algún recurso, que se lleva a servir, al colocarlo a la disposición del compañero de trabajo, amigo, familiar, o relacionado en red.


Se forman así "com"-"pañías" y se arman parejas, siempre en función de haber sido antes bien "pre"-"sentados". Tanto en las familias como en los negocios, así como en toda actividad humana, las redes componen las cosas y acompañan, desde los padres hasta los colegas, para llegar a la debida diligencia de un proceso de creación de un futuro, una inversión para emprender proyectos "com"-"unes" en la política, que jamás serán verdaderos si no son antes compuestos al ser "com"-"unitarios", al cohesionar antes lo familiar.


Los acuerdos solo comunes y no comunitarios ya no están de moda. Las alianzas público privadas e incluso las alianzas público privadas comunitarias se han vuelto comunes y corrientes. Hoy están más en boga las alianzas privado comunitarias. Esa es la raíz para componer lo público.


La relación de causalidad es importante: no es lo común lo que genera lo comunitario; es lo comunitario lo que construye el bien común. Para uno, como liberal, no es el comunismo lo que construye el buen vivir, sino que es el buen vivir lo que construye comunidades fuertes. No es el estado, en resumen, el que da paz a las familias, sino que son las familias las que dan paz al estado.


Inducción o deducción de por medio, el debate anterior será eterno como lo es el ser humano. Trabajar inductiva-deductivamente y dialogar es fundamental por ello, entre comunistas y comunitarios, socialistas y capitalistas.


El diálogo es valedero en lo social y lo familiar; eso nos enseñaron nuestros padres. Lo comunista no ha compuesto sociedad cuando no ha puesto lo que había que poner: riqueza desde el estado en las manos de los votantes. Los acuerdos comunitarios han sido más efectivos, y por eso están más de moda hoy, pues las familias forman comunidades gracias a las tecnologías, y son capaces de reemplazar al estado y sus líderes, obligándolos a brindar solo cuando "sacan" provecho nuevo, de los recursos que se contribuyen voluntariamente, sin impuestos, desde otros espacios para el propio y excluyente beneficio de quienes los necesitan: algo poco común y poco corriente en política.


Por ello, el mundo va menos hacia los acuerdos comunistas con los que empezó este artículo en la foto inicial, para ir hacia los acuerdos comunitarios, representados por las parejas y las familias, con la foto con la que termina este artículo.


En lo comunitario, y en la familia como la primera comunidad, al contrario del comunismo estatista, las composturas parten de la familia, y del ADN@+. Esto no era tan claro hasta hace poco, cuando gracias a la pandemia del siglo, las familias se conectaron entre sí en comunidades gracias a la tecnología.


Se ha pasado así de la amistad micro, pequeña, de liderazgo acotado, a la comunidad global, que junta familias bajo un ADN@+ común, digital y positivo, generando encuentros, redes y proyectos, compañías y empresas, bienestar e ingresos.


La familia y los hogares, a diferencia de la democracia y los políticos, hoy se lleva el paraguas a sí misma.


La familia para ser respetable no necesita de chofer, ni requiere más ceremonias y protocolo que la fe, la esperanza y la caridad real de ser uno mismo en casa.


La tradición, la familia y la propiedad del hogar rinden mejor cuentas sobre su veracidad al ser capaces de no competir electoralmente, sino competir por amar más al prójimo como a sí mismo, en similitud con lo que es trino y uno: la causa común, la pareja "hasta que la muerte nos separe".


A diferencia de un político cuando firma un decreto, la persona en la familia da la palabra al actuar y dar el ejemplo.


Al hablar y dialogar, y al hacer y trabajar, un padre y una madre se entregan en unidad de acto hacia sus hijos, y firman logros reales desde su alegría privada: un grado, un matrimonio. El estado nunca podrá transformar en amor tangible la firma de una fe pública, un decreto, o una ley.


Ser libertario hoy en día es ser pro-vida y ser pro-familia: es la familia donde se da libre y voluntariamente, con base en el amor, un asocio para el bien, una rendición del mal, y con ello, se compone toda situación.


Componer conlleva un acto de a dos: que implica poner una firma junto a alguien, e implica luego poner un trago y brindar.


La familia es donde tomamos vino a diario, o cada vez que podemos, para decir "salud" a alguien que amamos de verdad y compartir con los nuestros una buena comida, juntando unas palabras para agradecer cada plato que nos servimos.


En ocasiones especiales, hasta podemos dar un discurso cortito, como hacían nuestros padres: resumiendo lo que había pasado antes, celebrando a quienes estaban junto a ellos, creando un nosotros, y proyectando un futuro que hoy, en mi caso, ya sin ellos, es un futuro que les honra y agradece a ellos.


Vamos así, todos, haciendo del tiempo uno solo: padre pasado, hijo siempre presente, y un espíritu santo y comunitario futuro, que se convierte en una rueda infinita, pues avanza y vuelve.


Los buenos padres componen unidos a sus hijos hasta la eternidad.


La mayor bendición de un hogar es tener padres que hereden a sus hijos una fe en una vida ya solo espiritual, donde todo estará compuesto por quien compuso toda la música. Aprender esas notas musicales será una bendición: será la música con la que habremos bailado desde que nacimos y nos bautizaron, hasta que nos canten en nuestra despedida de esta tierra.


Hoy se celebra la misa del mes de fallecimiento de mi Madre. Por ella y por mi Padre, es que he escrito y publico este artículo; eso sí, pensando socialmente, como ellos: proyectándonos en los padres de todos y cada uno de los lectores de www.adnplus.co.uk, pues somos hermanos, y homenajear en particular es bueno como la mejor forma de homenajear a nuestros padres en comunidad.


Con mi Madre fuimos, como todos los 25000 lectores de este blog (hasta ahora) uno solo: yo, y cada uno, fui o fuimos parte de su cuerpo (de nuestras madres).


En mi caso, diríamos cada uno: ella me dio vida al permitirme vivir en mi cuerpo que salió del suyo. Ella compuso cada célular de mi yo original, y compuso cada nota de la armonía, melodía y ritmo con la que fui dotado, entre ella y mi padre, para la vida, desde su ADN@+.


Nuestros padres fueron capaces de enviarnos a servir a los demás hasta que la muerte nos vuelva a encontrar en el paraíso de los que sirven en la tierra.


Por ello, en mi caso, hoy corresponde pensarme y definirme desde un apellido compuesto, como hacemos los latinos cuando llevamos con orgullo el apellido de nuestras madres sin soltarlos. Nada más feminista real que llevar dos apellidos compuestos.


Así lo pienso y lo escribo, e invito a hacerlo nosotros, los del ADN@+, como una forma de reconocernos, en código, siempre en honor a nuestras madres.


En mi caso, mi apellido compuesto es lo unitario entre lo Salazar de mi padre y lo Córdova de mi madre: Salazar-Córdova.


Tres ideas finales, para cerrar e ir a la misa de mi Mami:


1. El apellido, cuando fallecen los padres, o cuando está lejos, queda automáticamente asumido como un apellido compuesto, pues es la lógica de la lejanía y la identidad la que nos permite vivir hasta el infinito, en una amistad sin límites con nosotros mismos y el Dios del que todos venimos y hacia el cual todos vamos.


2. Podía haber (mejor) puesto una foto de mis padres para iniciar este artículo, pero quise mostrar una imagen de poder humano temporal y excluyente, que brinda por una causa de guerra y desunión impulsada por quienes fueron formados comunistas, para contrastarla con esta imagen final, que es mejor.


3. Con todo cariño al actual comunismo, la familia tradicional nos formó libres y comunitarios, que no es lo mismo, para nada, que estatizar lo comunitario.


En conclusión, y para hacer honores a los hogares: la tecnología nos une hoy como un estado verdadero, conformado por una gran comunidad de familias.


Que esa gran comunidad nos lleve de forma certera a un destino que es igual al propuesto por el "a cada cual según su necesidad", pero como en una familia y sin lucha de ninguna clase.


Que el amor sea, de todas maneras, el pegamento para el diálogo, y que más que brindar con licor, brindemos con amor, como hicieron al crearnos los padres de cada uno de nosotros, los del ADN@+.


Que dejemos atrás el pensarnos de ninguna forma comunistas, y siempre nos impulsemos, entre todos, a ser comunitarios.


Vaya entonces, por mis padres, y los padres de todos en www.adnplus.co.uk, nuestro apellido compuesto.


Y ahí sí, brindemos, al cierre de este artículo, en su honor.


Feliz cumpleaños, padres míos, allá en el cielo.


Descansen en paz y unidad, padres amados.


Roberto F. Salazar-Córdova

Quito-Ecuador/Santiago-Chile

2022



 

BONUS TRACKs...

CELEBRA LA VIDA... "La Paz es Vida"

SALUDOS HERMANOS LOBOS!

126 visualizaciones2 comentarios

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2 Comments


xarosero
Jul 24, 2022

Formidable Robert.

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Un Abrazo fuerte! Gracias todo un siempre!

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