top of page

Economistas: SEREIS MIS TESTIGOS

  • Foto del escritor: ADN@+
    ADN@+
  • hace 17 horas
  • 4 Min. de lectura

La integración de Economía en la PUCE: consolidación de un triunfo liberal


Como graduado en Economía por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), recibí con interés las noticias y comentarios sobre la supuesta “desaparición” de la carrera de Economía. Nada más alejado de la realidad. Hoy, la Facultad de Economía y Gestión Empresarial (FEGE) mantiene activa la carrera, pero integrada a un proyecto académico más amplio. Lejos de ser una pérdida, considero que es una oportunidad histórica: replicar en Quito lo que la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) hizo hace décadas y que transformó la competitividad de sus egresados y de su país.


Chile 1956–1972: el convenio Chicago y la facultad integrada


En 1955–56, la UC de Chile firmó un convenio con la Universidad de Chicago. A partir de allí, reorganizó su enseñanza de Economía bajo un modelo integrado: una sola facultad con Administración y Economía, pero con un Instituto de Economía autónomo (creado en 1972) que cuidó la investigación, la excelencia cuantitativa y la formación de posgrado.

El resultado fue contundente. A inicios de los años 60, Chile y Ecuador tenían niveles de ingreso per cápita semejantes: US$3.223 Chile vs. US$2.392 Ecuador en 1960 (diferencial de apenas +34,7%). En ese entonces, no había abismos estructurales entre nuestras economías.

Seis décadas más tarde, el panorama es otro: en 2024, Chile alcanza US$16.710 per cápita y Ecuador US$6.875. El diferencial supera el +143%. Dicho de otra forma, Chile multiplicó su ingreso por cinco, Ecuador por menos de tres.

La diferencia no se explica por un solo factor, pero sí por un ecosistema institucional: formación de economistas rigurosos, reglas de disciplina macroeconómica, apertura e inversión sostenida. Todo ello incubado en parte desde la UC y su red de “Chicago Boys”.


Ecuador 2000: la dolarización como triunfo liberal


En el caso ecuatoriano, el punto de quiebre fue distinto. La crisis de 1999 dejó al país al borde del colapso. En 2000, siendo parte del equipo que implementó la dolarización, vivimos en carne propia la urgencia de anclar expectativas. La inflación pasó de 91% en 2000 a un solo dígito desde 2003. El crecimiento, que promediaba apenas 0,7% anual en 1994–1999, saltó a 3,4% anual en 2000–2019.

La dolarización fue un triunfo de economistas liberales. Nos dio estabilidad y credibilidad. Pero la historia también enseña algo clave: sin inversión sostenida, la estabilidad no basta. Se requiere capitalización en todos los sentidos: humano, físico, institucional, tecnológico.


Los fundadores de la PUCE
Los fundadores de la PUCE

Mi formación académica: dos tradiciones que se cruzan


Estudié pregrado en Economía en la PUCE, en Quito. Esa formación inicial me dio la base cuantitativa y conceptual que luego profundicé en el postgrado en un instituto especializado en Economía de América Latina, que competía de igual a igual con el de la UC en Chile.

Mientras la UC tenía su convenio con la Universidad de Chicago, este instituto —Ilades con Georgetown University— ofrecía un programa de posgrado en Economía de altísima calidad, con enfoque regional y rigor internacional.

Ambos modelos prueban que los institutos especializados de economía son poderosos: crean masa crítica de investigación, forman cuadros técnicos capaces de influir en políticas públicas, y sirven como contrapeso académico y político en momentos decisivos. Esa es la tradición que debemos rescatar para el Ecuador.


Hoy: integrar Economía y Administración en la PUCE


La decisión de la PUCE de integrar Economía con Administración y Negocios en la FEGE no es un retroceso; es una consolidación inteligente. ¿Por qué?

  1. Señal al mercado laboral: el modelo de “Ingeniería Comercial con mención en Economía” ha dado a la UC de Chile tasas de empleabilidad del 95,7% al segundo año y salarios de US$31.000–37.000 al cuarto año de egreso, con un arancel anual de apenas US$6.200. El payback de la inversión educativa es inmediato.

  2. Economías de escala académicas: cursos comunes de econometría, finanzas, estadística y data science abaratan costos y elevan exigencia.

  3. Instituto de Economía: la clave está en mantener un núcleo académico duro —un “Instituto PUCE”— que preserve el rigor, impulse investigación y vincule a la facultad con políticas públicas, multilaterales y empresas.

  4. Impacto social: formar economistas con visión cuantitativa y aplicada permitirá responder a los grandes retos del Ecuador dolarizado: atraer inversión extranjera, diversificar exportaciones, diseñar reglas fiscales creíbles y medir políticas sociales con evidencia.


Consolidar la dolarización desde la academia


La dolarización estabilizó. Ahora corresponde consolidarla. Esto no se logrará con más gasto corriente ni con populismo, sino con profesionales competitivos que impulsen productividad, innovación y atracción de capital.

La integración de Economía en la PUCE es parte de esa consolidación. Con ello, mi alma mater se alinea a una tradición probada: la que en Chile permitió a los economistas formados bajo el convenio Chicago ser protagonistas de la transformación macroeconómica más exitosa de la región, y la que en América Latina construyeron institutos como Ilades–Georgetown, referentes en formación y pensamiento económico.

Hoy nos toca a nosotros. Como economistas, debemos dejar de lado la nostalgia por modelos aislados y apostar por un nuevo protagonismo académico y profesional, capaz de honrar nuestro pasado liberal (la dolarización) y proyectar un futuro de crecimiento competitivo.


Roberto F. Salazar-Córdova

Graduado en Economía – PUCE / Postgrado en Economía – Ilades/Georgetown. Presidente de la Red Santa Cruz de Inversión de Impacto, Santiago de Chile


 
 
 
bottom of page