
NY es un Brasil
- ROBERTO SALAZAR CORDOVA

- 27 ago
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Cayambe: siguiendo el camino de Santiago y Nueva York y no el de Brasil o Venezuela
Por Roberto F. Salazar-Córdova, economista
1. Nueva York tiene el mismo PIB que Brasil: ¿por qué?
En 2024, el producto interno bruto nominal del estado de Nueva York alcanzó 2,297 billones de dólares latinos (millones de millones). Ese mismo año, el PIB de Brasil fue de 2,130 billones. Sin embargo, Nueva York tiene apenas 19,9 millones de habitantes, mientras que Brasil supera los 212 millones. El dato muestra que un estado con una décima parte de la población de Brasil puede generar el mismo valor económico.

La explicación está en la estructura. En Nueva York, el sector de finanzas y seguros aportó 326 mil millones de dólares en 2024, seguido de los servicios profesionales con 269 mil millones y los bienes raíces con 256 mil millones. Detrás de ellos aparece la manufactura, con apenas 73 mil millones. En Brasil, en cambio, la industria encabeza con 490 mil millones de dólares, seguida por los servicios con 1,3 billones y finalmente la agricultura con 130 mil millones. El contraste es claro: Nueva York se sostiene en sectores intensivos en capital humano y financiero, mientras Brasil depende del peso de su industria y de un aparato productivo mucho más poblado pero menos eficiente en productividad individual. El resultado es que Nueva York logra un PIB per cápita de 116 mil dólares, mientras Brasil no supera los 10 mil.
2. América Latina: dos trayectorias en 50 años
En 1975, Chile tenía un PIB per cápita de 1.600 dólares. Para el año 2000 alcanzó los 4.700 y en 2024 llegó a 16.700. En el mismo período, Venezuela partía en 1975 con 3.300 dólares, llegó en 2000 a 4.100 y en 2014 —último año con datos comparables— alcanzó 12.500 antes de desplomarse en la siguiente década. En medio siglo, Chile multiplicó por diez su ingreso, mientras Venezuela lo perdió. La trayectoria de ambos confirma que no basta con disponer de recursos; son las decisiones de política y de modelo económico las que determinan el camino.
3. Geopolítica: América y Corea
Hoy Estados Unidos ofrece hasta 50 millones de dólares por información que lleve al arresto de Nicolás Maduro bajo el programa de recompensas antidrogas. La señal es directa: los regímenes que optaron por el socialismo del siglo XXI quedaron fuera del eje económico mundial. Estados Unidos no es un enemigo que deba combatirse desde lo ilícito, sino un socio comercial y de negocios con el cual construir modelos capitalistas modernos que puedan sostenerse en los próximos 25 a 50 años. Chile eligió ese camino hace cinco décadas, mientras Venezuela tomó la ruta opuesta.
La comparación con Asia refuerza el punto. En 1975, Corea del Sur y Corea del Norte tenían ingresos semejantes. En el 2000, Corea del Sur alcanzaba 11 mil dólares por persona, mientras el Norte no superaba los 900. En 2023, Corea del Sur ya estaba por sobre los 33 mil, mientras Corea del Norte permanecía en torno a los mil. La lección es universal: la apertura financiera y la inversión en educación tecnológica son el factor decisivo.
4. El Pueblo Kayambi frente a Santiago oriente
El Pueblo Kayambi ocupa 50 mil hectáreas en la Sierra norte del Ecuador, con alrededor de 147 mil personas organizadas en 30 a 40 mil familias, de las cuales unas 2.500 son ganaderas. Según la encuesta oficial ENEMDU del INEC, la escolaridad promedio en pueblos indígenas es de siete años, y las tasas de pobreza alcanzan el 62 por ciento y de pobreza extrema el 44 por ciento. La línea de pobreza está fijada en 90 dólares mensuales per cápita y la de pobreza extrema en 51 dólares. Bajo estas cifras, el ingreso per cápita aproximado del Pueblo Kayambi es de 2 mil dólares al año y el producto total anual de la población se sitúa en torno a 300 millones de dólares.
Si se compara este volumen con Santiago de Chile, aparecen tres comunas de referencia: Vitacura, con unos 97 mil habitantes; Lo Barnechea, con 131 mil; y Las Condes, con 344 mil. El promedio de las tres equivale a 187 mil personas, lo que las hace demográficamente comparables al Pueblo Kayambi. La diferencia es que en Santiago oriente la escolaridad media supera los 14 años y el ingreso per cápita ajustado por poder de compra bordea entre 25 mil y 35 mil dólares anuales. Dicho de otra manera, la población es semejante, pero los ingresos son entre 12 y 15 veces más altos en Santiago que en el territorio Kayambi.
5. Contratos digitales y el Urku
El reto de los Andes está en cambiar la estructura, y ahí aparece el mecanismo de los contratos digitales. Una mujer de comunidad, Meche, dedica una hora de su día al cuidado de vacas que producen leche para El Ordeño y otra hora al cuidado del páramo que mantiene el ciclo del agua. Esa segunda hora no queda invisible: se registra en un contrato digital denominado token Urku. Los mercados internacionales de carbono reconocen esa acción con un multiplicador de tres a uno: una hora de cuidado equivale a tres horas retribuidas. Así, Meche obtiene ingresos productivos por su finca e ingresos ambientales por el páramo, ambos trazables en un contrato digital que transforma lo intangible en capital financiero.
6. Cayambe y Singapur
En 1975, Singapur tenía 2,1 millones de habitantes y un PIB per cápita de apenas 2 mil dólares. Medio siglo más tarde, con 5,9 millones de personas, su PIB per cápita supera los 90 mil dólares. El Pueblo Kayambi, con 147 mil habitantes y un PIB per cápita de 2 mil dólares, está en un punto comparable al de Singapur hace cincuenta años. La diferencia es que los Kayambi sí cuentan con capital natural tangible en 50 mil hectáreas con 20 mil de páramo cuidado con estructuras comunitarias ya organizadas. El desafío es replicar la estrategia singapurense: convertir capital natural en capital financiero y humano con un proyecto de inserción global.
7. Modelo dinámico a 25 años para el Pueblo Kayambi
Si se parte de un ingreso per cápita de 2 mil dólares y un producto total de 300 millones, el Pueblo Kayambi tiene tres posibles trayectorias. En un escenario inercial, con crecimiento de 2 por ciento anual, en 25 años el ingreso alcanzaría 3.300 dólares por persona y el producto total 480 millones. En un escenario de servicios, con crecimiento de 4 por ciento, se llegaría a 5.300 dólares per cápita y 780 millones de producto. En un escenario financiero-digital, con contratos Urku y un crecimiento de 5,5 por ciento, se alcanzaría 7.600 dólares per cápita y 1.120 millones. La diferencia entre los escenarios inercial y transformador es de 640 millones de dólares anuales al año 25.
8. Conclusión
Nueva York y Brasil muestran que la estructura pesa más que el tamaño. Chile y Venezuela demuestran que las decisiones de hace cincuenta años definen la trayectoria. Corea del Sur y Corea del Norte confirman la misma lección en Asia. Singapur enseña que incluso un territorio pequeño puede multiplicar por más de cuarenta su ingreso si convierte disciplina, educación y finanzas en estrategia.
El Pueblo Kayambi, con Sierra|ANDES, puede seguir esa ruta. Su población equivale al promedio de las comunas más ricas de Santiago, pero con ingresos quince veces menores. Su capital natural y su organización social le dan la posibilidad de cerrar esa brecha en una generación, siempre que se convierta cada hora de trabajo comunitario en contratos digitales y financieros que construyan capital humano y educativo para los próximos 25 a 50 años.









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