
Quito, Luz Libertaria Americana . Viva el 10 de Agosto de 1809!
- ROBERTO SALAZAR CORDOVA

- 10 ago
- 2 Min. de lectura
Por Roberto F. Salazar-Córdova
(Chino Salazar de Quito)
El 10 de agosto de 1809, Quito se convirtió en la primera capital de lo que hoy son los Estados soberanos de América Latina en proclamar su independencia.
Aquel día, un grupo de líderes —hombres y mujeres con visión, coraje y sentido de destino— formaron la Junta Soberana de Gobierno y rompieron el silencio colonial, encendiendo una chispa que iluminaría al continente entero.
Esa chispa fue más que un acto local: fue una declaración fundacional de liderazgo, legalidad y legitimidad.
No fue improvisación ni rebelión aislada.
Fue un proyecto político pensado para encaminarse hacia una nueva gobernanza, inspirada en el bien común, la justicia y la dignidad de los pueblos.
Del 10 de Agosto al 2 de Agosto: la sangre que regó la semilla
La respuesta del poder colonial fue brutal.
El 2 de agosto de 1810, en el corazón mismo de Quito, las fuerzas realistas ejecutaron una matanza sin precedentes contra los próceres y ciudadanos que habían protegido la causa de la libertad.
La sangre derramada no apagó la llama: la multiplicó, convirtiendo la memoria de los caídos en una fuerza moral imposible de sofocar.
Chile y Camilo Henríquez: un eco de Quito
Solo semanas después, el 18 de septiembre de 1810, Chile iniciaba su propio proceso de emancipación.
Entre sus voces más influyentes emergió el sacerdote y periodista Camilo Henríquez, quien no dudó en llamar a Quito “Luz de América”.
Reconocía así que la inspiración chilena encontraba su raíz en el ejemplo quiteño, que un año antes había demostrado que era posible organizar un gobierno libre en el corazón del continente.
Henríquez entendió que la causa de Quito no era provincial ni aislada: era continental.
Era la prueba de que la independencia no comenzaba en los discursos, sino en los actos que comprometen vida, patrimonio y honor.

Un hilo histórico que une capitales
Lo que comenzó en Quito se replicó en otras capitales de América Latina.
El Primer Grito de Independencia no fue un evento congelado en el tiempo: fue una secuencia estratégica y moral que conectó Quito (1809), Santiago (1810), y tantas otras ciudades hasta completar el mapa de libertades que hoy damos por sentadas.

Por eso, cada 10 de agosto, conmemoramos más que una fecha nacional: celebramos el nacimiento político de nuestra identidad andina y latinoamericana.
Celebramos un liderazgo que sigue siendo guía en tiempos de incertidumbre.
Siglo 21: El ADN@+6: de Libertad, Liderazgo, Legalidad y Legitimidad
Hoy, desde el marco del ADN@+6, recordamos que la historia no es un museo, sino un mandato.
El legado del 10 de agosto nos llama a servir mejor para ser más, a hacer las PACES entre política, ambiente, cultura, economía y sociedad, y a proyectar a Quito —y a todo el Ecuador— como faro de coherencia y acción para el siglo XXI en los Andes.
¡Viva el Ecuador!
¡Viva Quito, Luz de América!










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